Obras maestras

Se trata sobre todo de la obra de un artista genial, que ha sido absorbido por el espíritu de la época de tal forma que su experiencia personal se convierte en universal.
Clark, Kenneth (1979): What is a Masterpiece?

lunes, 28 de julio de 2014

C. Cavafis: Ítaca

Álvaro C.



C. Cavafis: Ítaca
Cuando emprendas tu viaje a Ítaca 
pide que el camino sea largo, 
lleno de aventuras, lleno de experiencias. 
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes 
ni al colérico Poseidón, 
seres tales jamás hallarás en tu camino, 
si tu pensar es elevado, si selecta 
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo. 
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes 
ni al salvaje Poseidón encontrarás, 
si no los llevas dentro de tu alma, 
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo. 
Que muchas sean las mañanas de verano 
en que llegues -¡con qué placer y alegría!- 
a puertos nunca vistos antes. 
Detente en los emporios de Fenicia 
y hazte con hermosas mercancías, 
nácar y coral, ámbar y ébano 
y toda suerte de perfumes sensuales, 
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias 
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en tu mente. 
Llegar allí es tu destino. 
Mas no apresures nunca el viaje. 
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla, 
enriquecido de cuanto ganaste en el camino 
sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te brindó tan hermoso viaje. 
Sin ella no habrías emprendido el camino. 
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado. 
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia, 
entenderás ya qué significan las Ítacas.


En este poema, Cavafis trata el regreso de Odiseo (o Ulises en latín) desde Troya hacia Ítaca, su isla y hogar. Estas estrofas conforman uno de los más famosos poemas del autor, y están basadas en la literatura y cultura clásicas, como muchas otras de sus composiciones (Troyanos, Jónico, Termópilas…): esto se debe a la nacionalidad de Cavafis (griega).

El poema, al ser una traducción del griego, no conserva la rima, y los versos tampoco mantienen una misma medida.

Ítaca, en el poema, puede ser interpretada como un objetivo vital, y los versos se centran en el viaje que se realiza hasta conseguir ese objetivo.

En la primera estrofa, el autor afirma que los temores y la maldad, todo aquello que no permite avanzar en el viaje, son fruto de la propia mente del viajero, consecuencia de la obsesión y el miedo a las derrotas y a la idea de no poder conseguir lo propuesto.
En la segunda estrofa Cavafis nos invita a alargar nuestro viaje, visitar nuevos lugares, aprovechar todo lo terrenal y carnal (carpe diem) y también a cultivar nuestra mente y aprender todo lo que nos sea posible.
En la tercera estrofa se nos prohíbe olvidar nuestro destino u objetivo en la vida, pero siempre sin apresurarnos ni dejando de lado el camino que nos lleva a él: hay que disfrutar de lo vivido, labrar nuestro camino consiguiendo sus frutos sin dejar de lado el destino final.
En las últimas dos estrofas se nos presenta una Ítaca sin nada que ofrecernos, ya que, al llegar a ella habiendo aprovechado y disfrutado el viaje, tendremos todo lo que habíamos buscado y anhelado.
Habiendo analizado el significado del poema, se podría entender el viaje como la vida y el crecimiento interior y biológico de la persona, e Ítaca como la vejez y la muerte, donde se posee la sabiduría y los recuerdos obtenidos durante el pasado.


El poema se inspira en la Odisea de Homero. James Joyce retomará la historia con cierto matiz irónico en Ulises, y Bernhard Schlink hará lo mismo en su novela El regreso.
El mito de Ulises (Odiseo) también servirá de inspiración para el mundo del arte con pintores como:
Herbert James Draper, Ulises y las sirenas

Turner, con su cuadro Ulises burlando a Polifemo, pintura encuadrada dentro del Romanticismo